jueves, 20 de septiembre de 2007

Sacre Coeur


Éste verano no he tenido mucho tiempo libre porque tenía que trabajar, pero el poco tiempo que he tenido lo he aprovechado al máximo. Cada día iré contando cada uno de los sitios que he visitado a lo largo de mis vacaciones en París.


El Sacre Coeur o traducido para los castellanos por: Sagrado Corazón.

Está situado en la cima de Montmartre y se construyó de 1870 hasta 1910 mas o menos, aunque hicieron falta más de 40 años, la verdad es que el resultado mereció la pena.


Tras casi 1 siglo sin religión, dos nobles parisinos (Legentil y rohault de Fleury) se hicieron la promesa de construir una iglesia dedicada al culto del Sagrado Corazón (del que obtiene el templo su propio nombre) Las obras comenzaron en 1877 según un proyecto de Paul Abadie que pretendía ni construir una catedral, ni iglesia, ni parroquia, sino un lugar de perenigraje. Gracias a la piedra blanca calcárea de la que se compone esta maravillosa basílica, siempre podemos verla tan blanca como el primer día o incluso, quizá un poco más, porque cada vez que llueve, la piedra limpia y aclara la basílica y la deja intacta.


Como opinión personal y dejando de lado los datos que me han proporcionado las páginas de Internet para escribir acerca de la historia, sólo puedo decir, que tanto por dentro como por fuera, esta basílica es INCREÍBLE, el Cristo que tiene enfrente nada más entrar en el techo, te impresiona de tal manera que tienes que seguir mirándole para observar cada uno de los detalles. Merece la pena subir las escaleras que tiene y admirar el paisaje.

Después del Sagrado Corazón, fui a ver la zona de los pintores, donde intentaban retratar a todos los extranjeros que encontraban por allí..


Mañana, hablaré de otra de las maravillas de la ciudad del amor.

3 comentarios:

José Ángel Gaviero dijo...

Tienes razón, es impresionante... Y no me puedes negar que merece la pena subir todas esas escaleras y esquivar a los vendedores de pulseras para llegar a lo alto de Montmartre. Pero se te ha olvidado hablar de una cosa que hay dentro de la iglesia: las velas, jeje... Por cierto, tiene uena pinta esto de hablar de París en tu blog, estaré al tanto. ¡Besos!

Pablo A. Fernández Magdaleno dijo...

El Sagrado Corazón es impresionante, sobre todo por fuera. París es una ciudad fantástica.

Saludos

Álvaro Fernández Magdaleno dijo...

El Sacre Coeur como dice mi hermano es impresionante aunque donde mejor lo he visto ha sido en Amelie, y Audrey Tatou me nublaba todo lo demás.
Un beso.